Hoy os cuento la historia de Jeremy, al que Pearl Jeam dedicó una de sus canciones más famosas. Es un ejemplo relevante de las peores consecuencias del bulling y de ignorar lo obvio, el sufrimiento y la conciencia sobre el maltrato en las aulas. Es un final triste, duro, y por eso he evitado hacer humor en esta ocasión. No obstante, pese a todo, es una historia fascinante, así como el videoclip, que sufrió una enorme censura.